-Es un viaje largo... ¡Puedo poner música!
-¡Nooooo! -respondimos con Felipe al unísono.
Juana aprontó sus listas de reproducción en el telléfono mientras Felipe le conectaba el blue tooth del auto. En unos pocos segundos Tini ya viajaba con nosotros.
Antes que nacieran y también durante la infancia de Felipe y Juana, había dos estuches con 30 o 40 CDs en el auto. Crecieron oyendo nuestra música. No enumeraré artistas que reconocían ni canciones que cantábamos en viaje porque sería interminable. Sí que Random con su Máquina de Ser Feliz fue uno de los últimos discos que les hice escuchar hasta el cansancio.
Hoy los CD son casi una reliquia del pasado y las disquerías unos negocios anacrónicos que sobreviven como casas de música y tecnología. Los artistas lanzan sus temas y discos en redes y hacen otras músicas que suelen sonarnos distantes, raras, fútiles, vacías, vanas, ajenas... Sucede que la vida sigue y los ajenos comenzamos a ser nosotros. Quienes protagonizaron la banda de sonido de nuestras vidas envejecen y mueren y, cada vez que asoman la cabeza, suele reprobárseles intentar algo nuevo, se les condena a sus grandes éxitos.
¿Qué se dice de esta música de ahora? Que es sexista y cosificante, que endiosa la satisfacción inmediata y extrema la pobreza melódica hasta la casi ausencia de canción. Puede que haya algo de eso en algunos artistas. Pero cuando protestamos creyendo que todo lo de ahora es mucho peor que lo de antes, el problema es que comenzamos a perderle el pulso al presente.
Luego queTini terminara de cantar Cupido, fue el turno de Quevedo.
"Tengo ganas de verte cara a cara/ Él e' Maxi López y tú mi Wanda Nara/ Y ma', suéltate el pelo/ Que esta noche es pa' perrear/;Hasta llegar al suelo".
-¡Ya sé que es una mierda la letra pero me gusta! -se adelanta Juana a mi queja.
Después de Quevedo vino TAIU con Rara Vez. Ya saben que esa canción me gusta.Suponía que TAIU era el cantante, pero en el viaje descubriría que no.
Llegó el turno de Milo J y Safdie cantando El Bolero y me emocioné de admiración.
"Ay, sácame esta maldición, por favor/ Esta que hace que no pare, que no pare de pensar en vos/ Y justo cuando, cuando ya me siento un poco mejor/ Justo ahí vuelve a atacarme ese recuerdo de tu sabor".
Angustiante y delicada, tiene el sabor y la gracia del bolero y el talento austero conque la cantan Safdie y Milo J.
-¿Éste es TAIU?
-Milo J.
-¿Y en Rara Vez quién canta?
-Milo J.
-¿Cómo? Decía TAIU el visor del estéreo.
-Es como el productor.
Ahora sé que TAIU es Taiel Heredia y en la foto más vieja de su Instagram lo hallé bien niño entre Mercedes Sosa y Víctor Heredia, quien puede que no haya sospechado este presente de su hijo cuando compuso "Canción nocturna para Taiel".
-¿Y El Bolero, de quién es?
-De Yami Safdie...
-Es hermosa...
-¿Viste que yo escucho buenas cosas?
-Una genia.
Bajamos de la autopista para cruzar la ciudad de Boedo a Palermo y Safdie me siguió acompañando desde el telefonito de Juana. Primero un cover de un tema de Ed Sheeran, después "Me equivoqué", luego una canción con otra cantante...
-¿Quién es Vesta Lung?
Nadie me respondió. Yo seguía manejando en la tarde, pero Juana y Felipe se habían dormido.
Esta vez, la Joaqui, Emilia Mernes, Callejero Fino, Eladio Carrión, Ysy A, Wos, Trueno, Cazzu o María Becerra no fueron parte del viaje para que yo proteste con lo que me desagrada y celebre lo que me gusta. Yami Safdie siguió cantando hasta que les desperté.
-Llegamos, bajen que estoy en doble fila.-Habíamos llegado puntuales a su tarde de dentista.
Les dejé en el consultorio y volví manejando solo y en silencio. El telefonito de Juana no estaba y no quise escuchar ni la radio. Manejaba con la voz de mis pensamientos como única compañía.
Hubo un tiempo en que lo único que me gustaba de toda esta movida nueva era René Pérez, que para Juana y Felipe es más pasado que presente. Hay una multitud de voces que se encendieron después. Recuerdo que hace un par de años le pedí a Felipe que me repitiera un tema en el auto. Así descubrí a Wos. Este verano los acompañé a verlo en Argentinos Juniors y no logré encontrar alguien mayor que yo en ese recital maravilloso en que mis ojos no podían creer que mi hija de 14 y mi hijo de 15 se supieran todos los temas. Les encanta, pero no quieren escuchar sólo a Wos o a Nicky Nicole. En el telefonito de Juana hay una multirud de artistas y canciones que se me aparecen para que yo proteste, me fastidie, me sorprenda, pregunte y más de una vez les pida volver a escuchar.
Fui papá de grande y fue la oportunidad de revivir en mí el tiempo de la infancia. A medida que crecen Juana y Felipe, descubro que, junto a lo mucho que tengo para contarles, mostrarles y tal vez enseñarles, hay una infinidad de personas, situaciones y realidades a las que empiezo a asomarme desde sus miradas.
No es olvidarme ni prescindir de mi historia. Es vivir atento a lo que nace y crece, comprender que este presente también es mío.
Sería tonto sepultarlo bajo una multitud abrumadora de recuerdos.