lunes, 19 de septiembre de 2022

INSOMNIO DE ZORZALES

Son las tres de la madrugada

y los zorzales cantan sin parar.

¿Habrá sido siempre así o acaso

han perdido el sentido de la noche?


Quisiera abrir la ventana y gritarles

que saben como admiro su destreza

para atrapar lombrices en los jardines

y la armonía melodiosa de su canto,


pero que por favor, esta noche no 

no me tengan con mis ojos abiertos

activando cada foco de incertidumbre

estaqueado a mis fantasmas en desvelo.


¿Será que las nuevas luces led

trastocaron el principio del día

les robaron la oscuridad y el silencio

en la ciudad siempre encendida?


¿Debo espantarlos, disparar a las luces

o abrir las ventanas e invitarlos a entrar

a compartir en mi cuarto acurrucados

en penumbras la  sanación del descanso?


Vamos, amigos zorzales, pensemos...

¿Cómo es que lo logran los horneros?

Mientras ustedes cantan y yo desespero

Ellos descansan en su horno de barro.

jueves, 15 de septiembre de 2022

DORMIR EN EL COCHE



Es setiembre y no he

leído un libro en ocho meses

salvo esta cosa titulada "Todos Nosotros, 

Poesía Completa".

No me impide ser feliz

ahora que voy en coche con Lourdes

bebiendo gaseosa mientras ella casi ronca.

Volvemos de ver jugar a nuestros hijos

en Bahía Blanca.

Si cerrara los ojos durante un minuto

creo que podría seguir conduciendo en la noche 

sin chocar, pero mejor

me detengo a un costado de la carretera y duermo.

Luego me despierto, 

tomo el libro y leo una poesía al azar.

Se llama "Bebiendo en el coche", página 35.

Vuelvo a la carretera y sigo manejando feliz porque acaba de pasar el micro que lleva 

a nuestros hijos.

Lourdes ni se enteró que nos detuvimos.

Puede confiar en mí y seguir durmiendo.

Conducirė feliz mientras planeo  robarle 

el alma a Carver.