martes, 30 de septiembre de 2008

Dick Bolaño

Bolaño escribió mucho
de países perdidos y sueños ganados
de Gabriela Mistral
reverenciada por hormigas africanas
de Philip Dick
en la estación nuclear
-¿buscando prematuro a su perdida gemela?-
de Macedonio
nube sin nariz y sin orejas
de Vallejo
en alas encendidas como llamas,
mucho de lo mucho que leyó.

En alguno de sus "soñé" puede que haya escrito hasta muerto.

Bolaño escribió mucho
y mucho de lo mucho
no te cambia la respiración.
Pero como hubo un tiempo en que no creció
no tardas en convertirte
en su perro romántico
y tu espalda
se descubre recostada
contra uno de lo muros
de la estación nuclear
de la Ciudad Vieja.

Bolaño escribió mucho
y aunque no sé si presintió
que Europa y sus viejas estaciones
despreocupadas del fantasma de Sthendal
volverían a la era del carbón,
en verdad eso no importa
porque ni siquiera puede regresar a Chile
a despedirse otra vez
de su Hemisferio ante Nicanor.

En alguno de sus "soñé" puede que haya escrito hasta muerto
pero ahora, que está muerto, ya no puede soñarlo.

Leí que alguien dijo que es mucho mejor
leer que escribir.
Creo que leer sin poder escribir
es una buena manera de imaginar el infierno.
Pero no hay cielo ni infierno ni Bolaño
ni remedo de él soñando una partida de ajedrez
ni teofanías que consigan devolvernos
un haz de su ojos reflejado en el río.
Apenas la ilusión antojadiza
De que tal vez por accidente
Alguna vez nos pensó
Con replicante cara de pepe
y tira de humano perdedor.

Miento que mi ordenador es una oveja eléctrica que lo sueña.

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