¿Nos tomamos en serio el problema de la mortalidad infantil o la reducimos dándole el manejo de las cifras a Moreno?
“Tenemos un sistema de salud fragmentado, que no cubre las necesidades de la gente. Los pacientes acuden a la atención primaria y después no se los puede derivar al hospital o llegan en un estado de gravedad que hace muy difícil su atención”.
¿La salud pública debe tener médicos mal pagos para poner a prueba su vocación?
“Las muertes afectaron en mayor medida a niños de más de 28 días, donde la tasa asciende a 17.5% y las causas radican en las precarias condiciones de vida. En estas edades, las patologías infecciosas representaron un 29 %, fundamentalmente las Infecciones Respiratorias Agudas (más 45 %), las septicemias (más 90 %) y la aparición de casos de tos ferina. Luego aparecen las malformaciones congénitas con unos 17 %, seguidas por otras enfermedades del aparato respiratorio, muerte súbita y causas externas”.
¿Tenemos conciencia que quienes conducen las políticas de salud no tienen conciencia ni control acerca de cómo funciona el sistema de atención primaria de la salud?
“Las defunciones de los niños de hasta 27 días (neonatales) están relacionadas con el embarazo, las condiciones de salud de la madre, el parto y la atención del recién nacido. Las causas se deben, un 66 % a trastornos respiratorios y cardio-vasculares, prematurez, bajo peso al nacer e infecciones del período perinatal; y un 24% a malformaciones congénitas”.
¿Sabemos que los únicos abortos punibles son los de las pibas que no tienen plata para pagarse un aborto bien hecho?
“Existen varios factores que acompañan las causas del aumento de mortalidad infantilen el conurbano bonaerense, como ser: el deterioro salarial y las pésimas condiciones laborales que se encuentran los trabajadores de la salud, el estado en los que se encuentran los establecimientos sanitarios; la falta de insumos y equipamiento en los hospitales”.
¿Creemos, como Chiche Duhalde, que esto sólo se arregla con un plan alimentario que reparta leche y huevos?
El fracaso de la 125 y la incertidumbre respecto de los hospitales que se iban a construir con esos fondos encierran una verdad a medias. Es verdad que se vio truncada una medida redistributiva, pero también es cierto que cuando se lanzó la resolución nadie pensó en hospitales y esa alternativa apareció como parte del conflicto desatado con las organizaciones del campo. Es casi cínico decir que como no se pudo, la construcción de hospitales pasa al mediano o largo plazo. Cuesta creer que haya problema más urgente que ese.
No se trata sólo de generar nuevos recursos para reducir la mortalidad, que es necesario, sino también utilizar mejor los disponibles. Los expertos coinciden en que Argentina no tiene los indicadores que corresponderían a su nivel de desarrollo económico social, no sólo por la redistribución inequitativa de la riqueza, sino también por la ineficiencia del sistema de salud.
Mientras las experiencias canadiense, cubana o chilena demuestran que los sistemas únicos funcionan mejor, el nuestro es un sistema fragmentado en el que las responsabilidades no están adecuadamente delimitadas.
¿Cuáles son las medidas propuestas? Además de sus especulaciones acerca del frío, Graciela Ocaña señaló que se intentará vacunar a más de 500 mil niños fuera del sistema. Zin enarboló una iniciativa de médicos territoriales, hasta ahora de lentísima implementación. También estableció la gratuidad de la vacuna contra la gripe, y el compromiso de reunirse cada dos meses con los secretarios de salud municipales. No parece mucho a la hora de las propuestas.
De nuestros ministros, de los ministros de nuestro gobierno, del gobierno por el cual militamos a diario, pretendemos que nos convoque a sostener políticas para afrontar nuestros problemas prioritarios, y no que hagan piruetas frente a los periodistas reconociendo la realidad a regañadientes o especulando con que la mortalidad se puede reducir si hace menos frío.
¿La salud pública debe tener médicos mal pagos para poner a prueba su vocación?
“Las muertes afectaron en mayor medida a niños de más de 28 días, donde la tasa asciende a 17.5% y las causas radican en las precarias condiciones de vida. En estas edades, las patologías infecciosas representaron un 29 %, fundamentalmente las Infecciones Respiratorias Agudas (más 45 %), las septicemias (más 90 %) y la aparición de casos de tos ferina. Luego aparecen las malformaciones congénitas con unos 17 %, seguidas por otras enfermedades del aparato respiratorio, muerte súbita y causas externas”.
¿Tenemos conciencia que quienes conducen las políticas de salud no tienen conciencia ni control acerca de cómo funciona el sistema de atención primaria de la salud?
“Las defunciones de los niños de hasta 27 días (neonatales) están relacionadas con el embarazo, las condiciones de salud de la madre, el parto y la atención del recién nacido. Las causas se deben, un 66 % a trastornos respiratorios y cardio-vasculares, prematurez, bajo peso al nacer e infecciones del período perinatal; y un 24% a malformaciones congénitas”.
¿Sabemos que los únicos abortos punibles son los de las pibas que no tienen plata para pagarse un aborto bien hecho?
“Existen varios factores que acompañan las causas del aumento de mortalidad infantilen el conurbano bonaerense, como ser: el deterioro salarial y las pésimas condiciones laborales que se encuentran los trabajadores de la salud, el estado en los que se encuentran los establecimientos sanitarios; la falta de insumos y equipamiento en los hospitales”.
¿Creemos, como Chiche Duhalde, que esto sólo se arregla con un plan alimentario que reparta leche y huevos?
El fracaso de la 125 y la incertidumbre respecto de los hospitales que se iban a construir con esos fondos encierran una verdad a medias. Es verdad que se vio truncada una medida redistributiva, pero también es cierto que cuando se lanzó la resolución nadie pensó en hospitales y esa alternativa apareció como parte del conflicto desatado con las organizaciones del campo. Es casi cínico decir que como no se pudo, la construcción de hospitales pasa al mediano o largo plazo. Cuesta creer que haya problema más urgente que ese.
No se trata sólo de generar nuevos recursos para reducir la mortalidad, que es necesario, sino también utilizar mejor los disponibles. Los expertos coinciden en que Argentina no tiene los indicadores que corresponderían a su nivel de desarrollo económico social, no sólo por la redistribución inequitativa de la riqueza, sino también por la ineficiencia del sistema de salud.
Mientras las experiencias canadiense, cubana o chilena demuestran que los sistemas únicos funcionan mejor, el nuestro es un sistema fragmentado en el que las responsabilidades no están adecuadamente delimitadas.
¿Cuáles son las medidas propuestas? Además de sus especulaciones acerca del frío, Graciela Ocaña señaló que se intentará vacunar a más de 500 mil niños fuera del sistema. Zin enarboló una iniciativa de médicos territoriales, hasta ahora de lentísima implementación. También estableció la gratuidad de la vacuna contra la gripe, y el compromiso de reunirse cada dos meses con los secretarios de salud municipales. No parece mucho a la hora de las propuestas.
De nuestros ministros, de los ministros de nuestro gobierno, del gobierno por el cual militamos a diario, pretendemos que nos convoque a sostener políticas para afrontar nuestros problemas prioritarios, y no que hagan piruetas frente a los periodistas reconociendo la realidad a regañadientes o especulando con que la mortalidad se puede reducir si hace menos frío.
Muertes en El Impenetrable
La muerte de Ramón García Chietenek
Don Ramón nació el 2 de febrero de 1930. De adulto enfermó de tuberculosis, arrastrando una aguda y persisten-te desnutrición asociada a esta enfermedad. Fue perdiendo la vista producto de la endemia del glaucoma que había contraído cuando vivía en el paraje Palma Sola, que pertenece al municipio de Villa Río Bermejito. Para lograr un mejor tratamiento sanitario fue a vivir en la casa de una de sus hijas, ubicada en el casco urbano de dicha localidad.
El 2 de agosto de 2007 lo visitó un médico; estaba en regular estado de salud, con tos crónica y fiebre; refirió dolores toráxico y presentaba bajo peso; se le diagnosticó bronquitis aguda. El 10 de agosto se lo controló; pre-sentaba un mejor estado general; solicitó asistencia alimentaria. El 12 de noviembre se le recetó medicamentos en el puesto sanitario; tenía mucha tos y catarro, lo que se confirmó durante una visita médica a domicilio que se produjo el 26 de dicho mes. El 21 de diciembre desmejoró; se le sugirió internación para su posterior derivación al hospital de J.J. Castelli, anotándose en historia clínica que los familiares se negaron. Al 27 de diciembre conti-nuó desmejorando, dejándose asentado que los familiares se negaban a su internación en el hospital de Castelli. Falleció a las 15:00 horas de ese día.
El fallecimiento de Ramiro Radanes Chávez
Ramiro nació el 12 de noviembre de 2007; pesó 4 kilos. Su mamá Norma Saravia era ama de casa; su papá Celes-tino Chávez era jornalero. Vivían en Fortín Lavalle. El hogar estaba integrado por siete personas. Vivían con sus necesidades básicas totalmente insatisfechas. La casa no contaba con agua ni comida.
Cuando tenía 24 días de vida pesaba 4,450 kilogramos; se alimentaba a pecho. Durante la tarde del día 29 de diciembre se produjo el fallecimiento de Ramiro. Había vomitado durante tres días. Como había llovido, apenas pudieron llegar a la pioxoná [médica indígena] del Paraje El Canal; cursaba una aguda deshidratación.
Falló el sistema sanitario porque no se efectuaron controles a Ramiro desde su nacimiento. Este fallecimiento evitable demuestra que no existe atención primaria de la salud en el sistema público chaqueño.-
La muerte de Gladis Alegre
Gladis nació el 1º de marzo de 1990. Ingresó enferma al puesto sanitario de Villa Río Bermejito el 11 de enero de este año. Fue trasladada en ambulancia. Ingresó con fuertes vómitos. Sus familiares relataron que el día anterior había comido carne en mal estado. En primer término, recurrieron a la pioxoná del paraje El Canal.
Ingresó grave al puesto sanitario, con taquicardia, muy dolorida, con presunto abdomen agudo, anemia aguda y dificultades respiratorias. Por la gravedad de la paciente, se dispuso su derivación al Hospital 4 de Junio de Sáenz Peña, con evaluación y compensación en el Hospital Güemes de J.J.Castelli, lo que se produjo a las 20:30 horas. Gladis fue evaluada por el médico de guardia de este hospital, quién de urgencia solicitó estudios de laboratorio para su posterior derivación a Sáenz Peña. Falleció poco después. La comunicación por radio se recibió a las 21:00 horas.
Gladis Alegre estaba embarazada; así lo corroboró el gravindex positivo que le efectuaron en el hospital de Castelli, de manera que murieron dos seres humanos. Fracasaba nuevamente el sistema socio-sanitario chaqueño.
El fallecimiento de Yoana Mabel Suarez
Falleció el 17 de enero de este año, cuando tenía 17 años. También había recurrido a la pioxoná del Paraje El Canal. Como no logró mejorar, se pidió su traslado por ambulancia al puesto sanitario de Villa Río Bermejito, que lamentablemente demoró en llegar. Cuando pudieron trasladarla, falleció en el trayecto.
Sus familiares refirieron que estaba enferma hacía siete meses; que no sabían que enfermedad arrastraba. Tenía la cara y el cuello llenos de granos. Hasta ahora desconocen la causa de la muerte, como casi siempre ocurre en las comunidades indígenas. Este caso ratifica la inexistencia de atención primaria de la salud.
La muerte de Octavio Díaz
El fallecimiento de este niño se produjo el 21 de enero, cuando tenía 18 meses de vida. Era hijo de Gladis Alegre, quién había fallecido embarazada nueve días antes, en circunstancias evitables. Sus familiares contaron que falle-ció en el regazo de su papá, en el rancho donde vivía la familia, ubicado en el Lote 39, dependiente de la Munici-palidad de Villa Río Bermejito.
En el puesto sanitario informaron a los familiares que el niño falleció de muerte súbita. En realidad, todavía no saben de que murió Octavio. Otro rotundo fracaso del sistema sanitario que no comprendió, no accionó ni reac-cionó ante los defectos devastadores de los fallecimientos múltiples en una familia indígena.
Falleció Petiso
Se conoció la muerte de un niño de 9 años, que perteneció a la familia Petiso, del paraje Paso Sosa, ubicado en el interfluvio. El niño era hijo de Pedro Petiso; se enfermó hace 20 días. Terminó por fallecer en Resistencia de meningitis tuberculosa. El día sábado 26 no se pudo trasladar el cuerpo hasta el paraje donde vivía porque la lluvia tornó intransitables las picadas.
La muerte de Mabel
El martes 29 se conoció el fallecimiento de Mabel González, quién vivía en Fortín Lavalle. Tenía 27 años. El desenlace aparentemente se produjo como consecuencia de un aborto clandestino, una de las causas muy frecuentes y repetidas de muertes; otro flagelo que azota a las mujeres. Mabel acarreaba severa secuelas de tuberculosis, que potenciaron el desenlace.
La muerte de Ramón García Chietenek
Don Ramón nació el 2 de febrero de 1930. De adulto enfermó de tuberculosis, arrastrando una aguda y persisten-te desnutrición asociada a esta enfermedad. Fue perdiendo la vista producto de la endemia del glaucoma que había contraído cuando vivía en el paraje Palma Sola, que pertenece al municipio de Villa Río Bermejito. Para lograr un mejor tratamiento sanitario fue a vivir en la casa de una de sus hijas, ubicada en el casco urbano de dicha localidad.
El 2 de agosto de 2007 lo visitó un médico; estaba en regular estado de salud, con tos crónica y fiebre; refirió dolores toráxico y presentaba bajo peso; se le diagnosticó bronquitis aguda. El 10 de agosto se lo controló; pre-sentaba un mejor estado general; solicitó asistencia alimentaria. El 12 de noviembre se le recetó medicamentos en el puesto sanitario; tenía mucha tos y catarro, lo que se confirmó durante una visita médica a domicilio que se produjo el 26 de dicho mes. El 21 de diciembre desmejoró; se le sugirió internación para su posterior derivación al hospital de J.J. Castelli, anotándose en historia clínica que los familiares se negaron. Al 27 de diciembre conti-nuó desmejorando, dejándose asentado que los familiares se negaban a su internación en el hospital de Castelli. Falleció a las 15:00 horas de ese día.
El fallecimiento de Ramiro Radanes Chávez
Ramiro nació el 12 de noviembre de 2007; pesó 4 kilos. Su mamá Norma Saravia era ama de casa; su papá Celes-tino Chávez era jornalero. Vivían en Fortín Lavalle. El hogar estaba integrado por siete personas. Vivían con sus necesidades básicas totalmente insatisfechas. La casa no contaba con agua ni comida.
Cuando tenía 24 días de vida pesaba 4,450 kilogramos; se alimentaba a pecho. Durante la tarde del día 29 de diciembre se produjo el fallecimiento de Ramiro. Había vomitado durante tres días. Como había llovido, apenas pudieron llegar a la pioxoná [médica indígena] del Paraje El Canal; cursaba una aguda deshidratación.
Falló el sistema sanitario porque no se efectuaron controles a Ramiro desde su nacimiento. Este fallecimiento evitable demuestra que no existe atención primaria de la salud en el sistema público chaqueño.-
La muerte de Gladis Alegre
Gladis nació el 1º de marzo de 1990. Ingresó enferma al puesto sanitario de Villa Río Bermejito el 11 de enero de este año. Fue trasladada en ambulancia. Ingresó con fuertes vómitos. Sus familiares relataron que el día anterior había comido carne en mal estado. En primer término, recurrieron a la pioxoná del paraje El Canal.
Ingresó grave al puesto sanitario, con taquicardia, muy dolorida, con presunto abdomen agudo, anemia aguda y dificultades respiratorias. Por la gravedad de la paciente, se dispuso su derivación al Hospital 4 de Junio de Sáenz Peña, con evaluación y compensación en el Hospital Güemes de J.J.Castelli, lo que se produjo a las 20:30 horas. Gladis fue evaluada por el médico de guardia de este hospital, quién de urgencia solicitó estudios de laboratorio para su posterior derivación a Sáenz Peña. Falleció poco después. La comunicación por radio se recibió a las 21:00 horas.
Gladis Alegre estaba embarazada; así lo corroboró el gravindex positivo que le efectuaron en el hospital de Castelli, de manera que murieron dos seres humanos. Fracasaba nuevamente el sistema socio-sanitario chaqueño.
El fallecimiento de Yoana Mabel Suarez
Falleció el 17 de enero de este año, cuando tenía 17 años. También había recurrido a la pioxoná del Paraje El Canal. Como no logró mejorar, se pidió su traslado por ambulancia al puesto sanitario de Villa Río Bermejito, que lamentablemente demoró en llegar. Cuando pudieron trasladarla, falleció en el trayecto.
Sus familiares refirieron que estaba enferma hacía siete meses; que no sabían que enfermedad arrastraba. Tenía la cara y el cuello llenos de granos. Hasta ahora desconocen la causa de la muerte, como casi siempre ocurre en las comunidades indígenas. Este caso ratifica la inexistencia de atención primaria de la salud.
La muerte de Octavio Díaz
El fallecimiento de este niño se produjo el 21 de enero, cuando tenía 18 meses de vida. Era hijo de Gladis Alegre, quién había fallecido embarazada nueve días antes, en circunstancias evitables. Sus familiares contaron que falle-ció en el regazo de su papá, en el rancho donde vivía la familia, ubicado en el Lote 39, dependiente de la Munici-palidad de Villa Río Bermejito.
En el puesto sanitario informaron a los familiares que el niño falleció de muerte súbita. En realidad, todavía no saben de que murió Octavio. Otro rotundo fracaso del sistema sanitario que no comprendió, no accionó ni reac-cionó ante los defectos devastadores de los fallecimientos múltiples en una familia indígena.
Falleció Petiso
Se conoció la muerte de un niño de 9 años, que perteneció a la familia Petiso, del paraje Paso Sosa, ubicado en el interfluvio. El niño era hijo de Pedro Petiso; se enfermó hace 20 días. Terminó por fallecer en Resistencia de meningitis tuberculosa. El día sábado 26 no se pudo trasladar el cuerpo hasta el paraje donde vivía porque la lluvia tornó intransitables las picadas.
La muerte de Mabel
El martes 29 se conoció el fallecimiento de Mabel González, quién vivía en Fortín Lavalle. Tenía 27 años. El desenlace aparentemente se produjo como consecuencia de un aborto clandestino, una de las causas muy frecuentes y repetidas de muertes; otro flagelo que azota a las mujeres. Mabel acarreaba severa secuelas de tuberculosis, que potenciaron el desenlace.
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