viernes, 16 de octubre de 2009

DIEGO Y LA VERDAD

Ahora que la fila de repudios es interminable, es bueno decir que Diego, como muchas otras veces, no hizo más que decir con dureza la verdad. Al convidarlos a que la sigan chupando y recordarles que la tienen adentro, no hizo más que recurrir al lenguaje popular para dejar en claro que los empleados de las empresas periodísticas enemistadas con la AFA habían actuado de mala fe respecto de la selección y que estaban desolados con la victoria en el Centenario. En el mismo acto y en esos breves minutos tuvimos prueba de esa mala fe, cuando uno de los hipócritas de reparto de ese coro, pretendió enredar a Diego contándole cambiadas las declaraciones de Verón que habíamos visto minutos antes.
Sin embargo, pareciera que son muchos los que están más dispuestos a indignarse por las formas que por el fondo de las cuestiones. TN, Vila, Pasman, Macaya (¿cómo puede ser que lleve más de medio siglo viviendo de comentar un juego que aun no termina de entender?) y toda la troupe siguen manchando la pelota con su hipocresía. Y hasta en la propia radio Nacional los comentaristas deportivos parecen más contemplativos con los mentirosos que con la verdad dicha como exabrupto.
Diego, que se equivoca, que también tiene intereses, que también se contradice, que no es implacable ni infalible ni irreprochable, en esa conferencia de prensa no hizo más que decir la verdad de una manera clara y contundente. Para eso está el lenguaje. Para eso están las palabras. Para eso la posibilidad de recurrir a metáforas o comparaciones. No en vano está todo el país reutilizando las frases que dijo. Que Luis Almirante Brown no busque más: ese es el lenguaje poético que se hace carne en el pueblo.
Por eso René Pérez, de Calle 13, citó las palabras de Diego llamándolo “el gran filósofo argentino”. Porque es otro que se ha hecho oír diciendo la verdad sin medias tintas y con dureza.
Puede que Diego tenga muchas cosas que corregir.
Pero antes de escandalizarse, que cada uno se mire al espejo: ¿cómo es que son tantos los que se resignan con naturalidad a la mentira? ¿Quién los convenció que la verdad vale menos que los buenos modales?
A pesar de todas las mentiras de los hipócritas –que a diferencia de los actores griegos que dieron origen a esa palabra aquí hace rato que actúan a cara descubierta porque el poder es su gran máscara-, Argentina está en el mundial sin pasar por el repechaje. Seguramente hay mucho para corregir y mejorar de cara al sueño del campeonato.
La imagen de Diego y Bilardo sirve para que tengamos memoria: les tengo mucha más fe a ellos que a los hipócritas para defender con el alma nuestro sentimiento.
René Perez citando a Diego: http://www.youtube.com/watch?v=N5lpB3XjK2s

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