Perdimos. ¿Acaso estos seis años no fueron lo que creímos y dijimos que fueron? ¿Acaso la mayoría está empecinada en volver al pasado?
Perdimos. Veo a Néstor primero y a Cristina luego en la tele y me doy cuenta que no nos termina de caer la ficha de por qué perdimos.
¿Por qué la referencia al total de votos nacionales? ¿Por qué el énfasis en que fueron apenas dos puntos? ¿Por qué sostener que una derrota electoral no es motivo para hacer cambios? ¿Por qué intentar mostrar como una batalla menor la que nosotros elegimos como madre de todas las batallas?
Insisto en que sin la conducción de Néstor Kirchner estos seis años de reconciliación con la identidad histórica del peronismo no hubieran sido lo que fueron. Insisto en que él fue imprescindible para reabrir la discusión salarial, para confrontar con los organismos internacionales en serio, para construir un colchón de reservas imprescindible para no sucumbir a las crisis financieras y los golpes de mercado, para reducir a un dígito la desocupación, para que volvamos a creer en nuestra capacidad de trabajar y crecer desde lo nuestro.
Pero al mismo tiempo, el creciente aislamiento político, el empecinamiento en caminos erróneos como el tomado en el INDEC y la poca predisposición y flexibilidad para armar consensos han terminado por construir la aparente paradoja de que el gobierno que más amplió el acceso real a la ciudadanía no acierta a ver con generosidad sus errores y a comunicarse con el pueblo desde una actitud más humilde y abierta.
La derrota fue dura. Pero la actitud frente a la derrota fue para mí más dura aun.
No nos sobra el tiempo. Si entendemos en serio el mensaje de las urnas tendremos la oportunidad de revertir la situación y reconstruir nuestra identidad de fuerza transformadora.
Para eso, no sirve quedarse callado esperando casi en un ruego que Néstor y Cristina acierten. El ejercicio de la autocrítica también debe ser democratizado. El debate acerca de como revertir el aislamiento y retomar la iniciativa ante la sociedad en un sentido positivo es una obligación de todos quienes estamos comprometidos con el camino transitado estos seis años.
Muy bueno el análisis. Pero perdiste.
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