Ay, un diptongo en el alma
Una trémula
desesperación.
Ay, dos
letras encastradas,
Inseparables
y atragantadas
A prueba de
exhalación.
Ay, te veo
hasta en la nada
te extraño
en la madrugada
te nombra
mi ensoñación.
Ay, un dolor
que no duele
Que no
impide que vuele
Un aura de
inspiración.
Ay, en la
dicha un pucherito
Congoja de
un caprichito
Prefijo de admiración.
Ay, que te
miro y te espero
Ay, que te extraño y te quiero
Ay, contraseña del amor.
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