Aquel hombre de salud maltrecha y pésimas cercanas compañías, volvió. Volvió luego de que supo renunciar como alguna vez en Guayaquil alguien más también supo. Volvió luego de esperar el tiempo que hizo falta. Aunque el tiempo que hizo falta fuera demasiado para él. Volvió porque sabía que tenía algo para hacer. Y a pesar de la salud maltrecha y de las pésimas cercanas compañías, lo hizo. Hay quienes reprochan lopecitos e isabeles, como hay quienes nunca terminan de entender y de querer a sus padres. Podemos detenernos en esos detalles, o ver el tajo que le hizo a la historia y el camino que nos dejó marcado.
nos mudamos
Hace 2 años
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